Mis Amigos Saben: Una historia de amistad y amor que atraviesa el tiempo

Hablamos con el director de Mis Amigos Saben, David Bogado, sobre el estreno de la obra y sus experiencias con el arte ligado a temas sociales, derechos humanos y salud mental. 

 

El sábado 04 de noviembre a las 20:00 horas en El Astrolabio Teatro (Terrero 1456, CABA) se estrenó  la obra «Mis amigos saben», con la dirección y dramaturgia de David Bogado. Tendrá funciones hasta diciembre. Es la historia de Ariel, Gastón y Daniel contada a través de dos líneas temporales diferentes: los 80′ y los 2000′. El pasado, nos ayuda e invita a conocer la adolescencia de estos amigos, para comprender y armar, como si fuese un rompecabezas, el presente.

 

El conflicto se desata cuando Gastón decide irse a vivir a Italia en busca de nuevas oportunidades. Decisión que destapa en Ariel un profundo secreto que guardó a lo largo de toda su vida: su amor por él. Con la ayuda de Daniel, tratará de asumir su identidad sexual y confesarle su amor a Gastón antes de que parta hacia Europa.

Con Dramaturgia y dirección de David Bogado. Intérpretes: Maximiliano Vita, Gonzalo Almada, Leroy Barrera, Matías A. Bravo, Joaquín Moyano, Gastón Negrete De La Cruz;Diseño de vestuario: Maite Mallaviabarrena; Diseño de escenografía: Camila Colombo; Diseño De Iluminación: Mico De La Llana; Fotografía: Daniela Morán; Asistencia de dirección: Florencia Ojeda y Producción: Micaela Gibelli.

En diálogo con este medio, el director de “Mis amigos saben” David Bogado contó detalles de la obra.  David es egresado de la carrera Puesta en Escena en la EMAD. Se formó en Dirección y Puesta en escena con Julio Molina, Eduardo Pavelic, Andrés Bazzalo, Tatiana Santana, Luis Cano, Andrés Binetti, Ciro Zorzoli, Mariela Asensio y Pilar Ruiz y otros. Se formó también en Dramaturgia y  finalizó su formación como actor en la Escuela Municipal de Teatro de Lanús. 

¿Cómo surge “Mis amigos saben”?

 

La obra, los primeros garabatos e ideas de la historia nacen en pandemia. Surge la idea de  tres personajes con sus pasados, que eran amigos y había una historia de amor también detrás de todo eso. Siempre está la idea latente de que a través del pasado vamos entendiendo el futuro, esa fue la  línea siempre a seguir.

 

Y fue un trabajo muy divertido también, porque la historia no está contada en un orden cronológico. Hay dos líneas temporales funcionando al mismo tiempo. Mi idea era cómo mezclo este presente (en los 2000) y este pasado (en los años 80 y 86 más o menos). Entonces, quería entrelazar las escenas del presente al pasado. Con la idea de que el pasado siga contándose en el  presente y se entrecrucen. 

 

¿Cómo fue el proceso de llevarla a cabo? 

 

Fue un trabajo muy lindo, escribí un montón de lo cual quedó casi la mitad del texto. Porque había muchas escenas no entraban en la historia. El proceso de buscar actores también fue interesante. Porque son tres personajes que tienen su pasado (entre los 20-25 años) y presente (A los 40- 45) y quería también que se remarque, esa temporalidad en los cuerpos de los actores. Que fueran relativamente parecidos y tuvieran ciertas cualidades. 

 

A esto hay que sumarle también que en la obra cantan en vivo y tocan la guitarra. Así que el casting fue trabajoso, pero pudimos encontrar un buen grupo. Pero creo que al final el resultado es muy piola. 

 

También, desde la dirección y la puesta en escena, había otra dificultad; ya la obra transcurre en muchos espacios. Las escenas suelen variar bastante rápido; pasan a otro momento que está en otro tiempo. El vestuario acompaña y cuenta esta temporalidad: desde los objetos que elegimos, un walkman, una family, una foto de una cámara antigua. Me gustaba esa cosa analógica que con el tiempo quizás se fue perdiendo un poquito, y también jugar con esa nostalgia. 

 

Siempre manteniendo el humor, para mí es clave que la gente se entretenga, que pase un buen rato, que la historia se entienda  y conmueva. Realmente es una historia muy sencilla de contar, no busca grandes artefactos, ni la espectacularidad del objeto. Sino que busca lo sencillo, lo chiquitito, las miradas, la respiración de dos actores juntos. La historia se cuenta con lo que no se dice también. Me gustaba mucho trabajar esos silencios, así que fue un proceso muy interesante y estamos contentos con  el resultado final.

 

¿La obra  tiene distintas temáticas como la amistad, el amor en diferentes épocas y a la vez atraviesa cuestiones como la identidad sexual, cómo fue abordarlas?

 

Cuando empecé a escribir la obra, no tuve como premisa ni como hipótesis hablar de identidad sexual, del amor y de la amistad. Yo quería una historia donde dos mundos se entrecrucen y que empiece a suceder algo. Después, de la misma escritura fueron apareciendo estos personajes. Porque había algo del género,  que me interesaba contar que iba más allá de que sean hombres, mujeres o personas trans. Porque para mí hablaba de algo más sencillo como el amor de una persona a otra. 

 

Siempre en mi cabeza tuve la idea de que este chico está enamorado del otro, de su persona, de su ser. Entonces, la identidad sexual fue trabajada desde ese lado, a mí me interesaba mucho y hablé mucho con los actores en el proceso de que no vayamos a hacer ningún estereotipo en la actuación. Me empiezo a dar cuenta que a este chico le está pasando algo con el otro a través de un silencio, de una mirada, una pregunta que no es respondida.

 

Me interesaba también contar qué hacen los amigos cuando están solos. Como entrar un poco en ese juego en la intimidad de una amistad. Ahí si seguramente entró mucha experiencia personal de mis amigos, de mi yo más chico hablando de ciertas cosas, del beso, del sexo, de música, seguramente algo se filtró.

 

El texto fue abordado así desde un lugar muy amoroso, de tratar de conectar con eso que todos tenemos adentro oculto, con esa amistad, ese amor de la infancia, ese primer amor, que nunca olvidamos. Con lo que no me animo a decir y cómo repercute o va a repercutir en mi futuro, a partir de estas preguntas, empezamos a abordar el texto.

 

¿Qué expectativas tienen para el estreno? 

 

Tenemos un montón de expectativas con la obra, siento que es un espectáculo super interesante de ver. Donde hay humor y uno puede conmoverse con lo que sucede, también hay música en vivo. Este año solamente vamos a hacer cuatro funciones con la idea seguramente del año que viene hacer una segunda temporada. Y esperando a ver qué sucede con el público porque el teatro se construye siempre con el otro.

 

Siempre en los estrenos y los días  previos uno está ansioso, expectante sobre qué va a suceder. Más allá de si la función va a salir bien uno espera la mirada del otro. Hay algo del ego del actor, del director, de todos los que hacemos artes ahí esperando el aplauso y esperando a ver qué sucede si te gustó, qué te pasó con la obra. Así que estamos ansiosos y felices con el estreno.

 

Conociendo un poco más a David Bogado 

 

David Bogado  publicó también su obra teatral “DÑI” y «Vida D.» un libro de cuentos y poesías, con el que participó en diversos festivales. En el año 2014 forma su propia compañía de teatro «ClanDestino Teatro», en la cual trabajó de dramaturgo, director y actor hasta el año 2020. 

 

En el 2016-2019 participa, junto a un grupo de escritores, en la revista Losotro. En el 2017 crea «Monstra», una editorial independiente y autogestiva que se dedica a publicar obras de Teatro y Poesía de autores emergentes. Actualmente ha creado y coordina el Ciclo Historias Vivas, un grupo teatral que gira por diversos espacios interpretando obras bajo la temática Memoria, Verdad y Justicia.

 

También coordinaste grupo teatral que interpreta obras con la temática de Derechos humanos y memoria ¿Cómo fue la experiencia?

 

La temática de memoria, verdad y justicia es algo que a mí siempre me interesó, que atraviesa mi ser, mi identidad. Si bien, en  mi familia nunca nunca se habló de política es un tema que estaba presente cuando empecé a formarme. Más allá de lo teatral también como persona con pensamiento crítico. Siempre me conmovió el tema de la identidad, ya que si olvidamos lo que sucedió seguramente vamos a tender a repetirlo. Hay algo de eso que siempre tengo presente y lo trabajé en obras pasadas. 

 

Mis primeras obras tienen que ver con esa temática , con Malvinas, con la dictadura. Es algo que me interesa como artista, levantar la voz y darle mi reflexión al tema. A partir del 2016, creé un taller de teatro que se llamó Historias Vivas.  Trabajando obras con la temática de Teatro por la Identidad, Teatro Abierto que fue un movimiento teatral y político en plena dictadura, los monólogos de Idénticos. Entonces empezamos a trabajar esos textos para conmemorar el 24 de marzo. 

 

Los últimos trabajos de David Bogado como director fueron Telarañas” de Eduardo Pavlovsky, “Also sprach el señor Núñez”, obra basada en un cuento de Abelardo Castillo. Como dramaturgo estrenó “La memoria de las palabras”, «Pobre Argentino Pobre», “DÑI”, “¡Que vivan los novios!”, “Ciclo de historias vivas”, “Identidad” y «Señor ¿Qué haré con el miedo?”. Como actor, sus últimos trabajos fueron «Morir» de Sergi Berbel, “Convicciones”, obra basada en monólogos de Enrique Santos Discépolo y su «mordisquito», “Hamlet” adaptación de Gustavo Roca y “Tercero Incluido” de Eduardo Pavlovsky con dirección de Walter Arce.

 

Actualmente se encuentra dando clases de Teatro en la Usina de Barracas y Sarandiarte Espacio Cultural y, a su vez, es Docente en la Clínica Psiquiátrica San Martín, Clínica Psiquiátrica Comave y Clínica Psiquiátrica CEPSA.

 

¿Cómo es la experiencia de dar clases en clínicas psiquiátricas y cómo ayuda lo artístico en este sentido? 

 

Desde hace ya siete años que trabajo en diferentes instituciones psiquiátricas dando taller de teatro. Empecé hace muchos años en el Borda siendo como escucha, como un participante del espacio en modo de observador. Empecé a trabajar en diferentes clínicas psiquiátricas, en Avellaneda. Actualmente, estoy en Berazategui, Quilmes. Es una experiencia súper importante en mi formación, no sólo como profesional de las artes escénicas, sino como persona. 

 

Quizás en los talleres de teatro yo trabajo con chicos con diferentes problemas o patologías como esquizofrenia, adicciones o intento de suicidio. El taller de teatro es un espacio lúdico donde el paciente tiene un ratito por lo menos para salir del lugar donde está mentalmente. Yo no los analizo, mi función se relaciona con la escucha, con ver qué está pasando y muchos ejercicios tienen que ver con lo lúdico. Que sea un momento donde el paciente pueda liberarse de alguna forma, olvidarse de dónde está. 

 

Con un grupo tenemos una radio donde hacemos un programa en vivo todos los martes de 3 a 4. Hablamos de diferentes temáticas, de salud mental o temas de interés cultural. Tiene que ver con conectar el arte para entender un poco más de esa sociedad que muchas veces está más rota afuera que adentro.  

 

Hay mucho mito con esto de las clínicas psiquiátricas como que son lugares terroríficos, por la representación en el cine o las películas de terror. La verdad es que no ocurre eso, por lo menos en la mayoría de las clínicas. Hay mucho miedo y prejuicios con la locura y salud mental es un espacio donde no hay otra forma de trabajar si no es con amor.

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Grisel Gonzalez

Licenciada en Comunicación Social UNLZ. Periodista y redactora en distintos portales web nacionales e internacionales.

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